¡Desarrollemos el Hábito de la Oración Juntos!
La Biblia dice en Filipenses 4:6: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias». Todas las parejas, aún las cristianas, enfrentan situaciones difíciles en las diferentes etapas del matrimonio y en las distintas áreas de relacionamiento. Los matrimonios cristianos tenemos la confianza en nuestro Padre, en la Palabra de Dios dice en 1 Juan 5:14: «Y esta es la confianza que tenemos en él, que, si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye».
La pérdida de un hijo, perder el trabajo, no poder pagar las cuentas, deformidad congénita, discusiones, peleas constantes, desamor del cónyuge, accidente laboral, destrucción de la propiedad, pérdida del año escolar de un hijo, una hija embarazada antes de casarse, o simplemente no poder comprar los textos escolares al inicio del año escolar, puede quitar la paz de muchos matrimonios. Estas situaciones pueden dar lugar a que la desesperación, las declaraciones equivocadas y el ambiente de discordia, gobierne nuevamente el hogar.
En la Palabra de Dios en Romanos 8:28 da el siguiente principio: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados». En lugar de entrar en desesperación poniendo los ojos en las circunstancias, debemos fortalecernos mutuamente para aprender a poner los ojos en Cristo, a pesar de las circunstancias o momentos difíciles que se estén pasando.
Todos los días vienen situaciones donde necesitamos confiar en el poder de Dios, por eso es importante desarrollar el hábito de la oración juntos. Aun cuando uno ore largo y el otro con tres palabras tenga todo dicho, se apoyarán mutuamente para desarrollar confianza en Dios como una sola carne.
En la Palabra de Dios en Romanos 8, nos da la guía; «Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles». Al pasar por momentos que no sabes qué decir, o cómo orar… solamente díselo a nuestro Padre, y el Espíritu Santo comenzará a interceder por ti. No te quedes callado, no temas entrar en oración, es el lugar de seguridad para los hijos de Dios.
De plan de lectura Devocional
"Oración en una Sola Carne".
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