«Para que todos sepan que Él es Dios»

Lo que más me impacta es la seguridad, la certeza y la audacia del profeta Elías.
¿Qué si Dios no le respondía? ¿Qué si él quedaba como un mentiroso o un profeta falso y errado? (1 Reyes 18:22-39)
Sin embargo, su audacia nos revela la magnitud de su confianza y seguridad en Dios. Elías conocía bien al Dios en quien creía y no le importaba su reputación o su imagen ante otros. Su seguridad en el carácter y la fidelidad de Dios superaba cualquier sombra de duda que pudiera atormentarlo.

A diferencia de las oraciones y súplicas de los profetas de Baal, la oración de Elías fue breve y llena de fe. «¡Oh Señor, respóndeme! Respóndeme para que este pueblo sepa que tú, oh Señor, eres Dios y que tú los has hecho volver a ti». No sólo sabía Elías que Dios podía hacer lo imposible, sino que también entendía bien el propósito del milagro que con audacia y fe, sin titubear, pedía —que todos vieran y supieran que el Señor era Dios y se volvieran a Él.

Que nosotros también podamos tener la misma fe y propósito de Elías, para que todos sepan que Él es Dios. Él nos está llamando a decidirnos por Él, a que tomemos decisiones basadas en nuestro conocimiento de Él, a que hagamos sacrificios por Él, a que lo sigamos a Él y sólo a Él. Es tiempo de responderle al Señor con pasión e inspiración y no quedarnos callados ante un mundo que se ha olvidado de Dios y necesita paladines de justicia que respondan en Su nombre. El tiempo es ahora.

De plan de lectura Devocional,
"Una Fe Audaz".