Tus triunfos están en Dios
Luego, un día entendí que deleitarme en el Señor era estar siempre en el gozo de Dios, feliz ante su presencia y sirviéndole a Él. Desde entonces, en mis oraciones ha estado presente que la clave es amar a mi Dios con todo el corazón, servirle con lo mejor que tengo, gozarme en su amor sin importar las situaciones por las que esté pasando y tener siempre la esperanza de que mi vida es para servirle y trabajar para Él. Así que ahora estoy segura de que eso me da una enorme recompensa. No sé cuándo ni cómo, pero Dios me concederá los deseos de mi corazón, ya que esa es la promesa de la segunda parte del versículo: «Y él te concederá los deseos de tu corazón».
Entrégale a Dios todo este nuevo día, este nuevo año. Entrégale tus sueños, tus preocupaciones, tus negocios, tu trabajo, tus relaciones, tu familia, tu economía, tu situación migratoria. En fin, entrégate por completo a Dios. Deja que Él sea el piloto de esa nave que es tu vida y preocúpate de sus negocios. Es decir, búscalo, ten momentos de oración, asiste a una iglesia en la que puedas seguir creciendo de manera espiritual y Él, a cambio, se ocupará de todas tus necesidades. Pondrá orden en tu vida y te bendecirá.
De Plan de lectura Devocional
"Un día a la vez".
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